Defensa de la Fé

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y la sana Doctrina.

sábado, 1 de diciembre de 2007

El Ojo Luciferino.


Otra acepción del término “NOVUS ORDO SECLORUM”, implica el carácter humanista y anti-Dios de este “Nuevo Orden”. Podríamos, por tanto, traducirlo por: “Sin Dios, profano, secular, humanista, anticristo”. Es decir: De la humanidad para la humanidad, descartando al verdadero Dios, pero declarando el levantamiento de un hombre que se atribuirá, y le atribuirán, absoluta naturaleza divina. Ese será el Anticristo de la Biblia (Ap. 13; 19: 20); el modelo del hombre-Dios que el mismo diablo mentirosamente inculcó a Eva en Génesis 3: 4, 5.
Annuit Coeptis / El ojo luciferino
Encima de la extraña pirámide truncada y coronada por un ojo encerrado en un triángulo, puede leerse en latín: “ANNUIT COEPTIS”. La leyenda "Annuit Coeptis" se traduce como "(él) ha favorecido nuestra empresa”, refiriéndose al ojo encerrado en el triángulo, que representa a una fuerza providencial, y que muchos siempre han pensado que se refería a Dios.
Ahora bien, ¿Ese ojo encerrado en el triángulo que corona la pirámide egipcia, es el ojo de Dios; del Dios verdadero? La respuesta es un rotundo ¡No! Dios no tiene un solo ojo; la Biblia dice que Dios tiene ojos, en plural, (Prov. 3: 4; Esdras 5: 5). Los que se mueven en el mundo de lo oculto, saben que ese es el “ojo de Horus”, el ojo de Lucifer.
El triángulo es a su vez un símbolo ocultista. El propietario de ese ojo no es sino el mismo que se hace llamar engañosamente “el gran Arquitecto del universo”, y no es otro sino el mismo Satanás. En los últimos tres grados de la masonería, (Sabios, Elegidos y Adeptos), conocen los integrantes de los mismos a quien sirven realmente. No es al verdadero Dios, sino a Lucifer.
Así pues, cuando en el Sello Oficial de los Estados Unidos aparece “Annuit Cooptéis”, es decir: “Él ha favorecido nuestra empresa”, ese “él”, refiriéndose al ojo del triángulo, no es Dios, sino el mismísimo Lucifer.
Ese mismo ojo luciferino, es sin ambages un símbolo de la masonería, así como un símbolo adoptado por la iglesia de Roma. Lo podemos encontrar entre otros muchos lugares, en la iglesia de Nazaret, en Tierra Santa; encima de la cruz de Cristo está la paloma representando al Espíritu Santo, y encima de éste hallamos el triángulo con el ojo en el centro. Ese ojo en el triángulo, que pretende representar a Dios Padre, aparece como más poderoso que Cristo y que el Espíritu Santo, pero no es Dios Padre. Ese ojo no es el de Dios Padre, sino el “ojo de Horus”, en realidad, el propio Satanás, antiguo Lucifer. Todo ello redunda en una colosal blasfemia.
"Lo podemos encontrar entre otros muchos lugares, en la iglesia de la Anunciación, en Nazaret, en Tierra Santa..."
2- Vayamos a la raíz y origen de todo esto
Según el Dr. Alberto Rivera, ex jesuita de alto rango, que posteriormente se convirtió a Cristo, y que ya partió con el Señor, tanto la Francmasonería como los Illuminati, así como una lista casi interminable de siglas y grupos, no son sino creaciones de los Jesuitas. Ignacio de Loyola, fundador de la Orden de los Jesuitas, creó también los Illuminati, poniéndola bajo la cobertura de la institución romana católica.

2 comentarios:

innopetrol dijo...
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innopetrol dijo...
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