Defensa de la Fé

Defensa de la Fé
y la sana Doctrina.

viernes, 18 de junio de 2010

(Apocalipsis 17: 1, 2) “Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas 2 con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación”:
Esas siete copas, son las de la ira de Dios descritas en Ap. 16. Será el derramamiento final de la ira de Dios en su juicio contra este mundo impío durante la Gran Tribulación. El ángel que lleva una de esas siete copas de juicio le hace saber a Juan acerca de la sentencia contra la Gran Ramera, es decir, la falsa iglesia que siempre controló y dominó a las gentes, y que sedujo y fornicó con todos, grandes y pequeños, que no puede ser otra, sino la iglesia que dice ser la única de Cristo cuya sede está en Roma.
(Ap. 17: 16, 17) “Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que Él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios”
La sentencia contra la Ramera es de total destrucción, y serán sus propios amantes los que la destruirán con fuego.
(Ap. 17: 3) “Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos”:
La Iglesia de Jesucristo es una mujer virgen, es la Desposada de Jesucristo. Pero aquí tenemos la descripción de otra mujer, pero ramera; llena de nombres de blasfemia, cabalgando sobre una bestia que en el capítulo 13 de Apocalipsis se nos muestra como el mismo Satanás.
La mujer ramera contra la mujer virgen y pura, que es la verdadera Iglesia.
Una mujer que representa el poder religioso opresor de la humanidad: Roma.
“Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata...”: Estos son los colores de la jerarquía romana; “... y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas...”:
Esto representa las enormes riquezas que el Vaticano posee.
(17: 4) “...y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación”:
Abominaciones y fornicación espiritual. Esto nos habla de todas las transacciones políticas y económicas con los reyes y emperadores; guerras, muertes de “herejes”, pactos con inicuos, simonías, adulterios, herejías, engaños, hipocresías, falsedades, doctrinas de demonios, etc. La historia de Roma está repleta de todo eso.
(17: 5) “y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”:
Esa mujer que representa a la falsa iglesia de Cristo, lleva en su frente el nombre escrito que acabamos de leer.
Para el tiempo de Juan era un misterio, ya que la iglesia católica romana como tal, todavía no existía, pero para nosotros, ya no.
La “santa sede”, el Vaticano – que está en la misma Roma - y lo que representa, es la mujer “vestida de púrpura y escarlata” que tiene en su mano “un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación” y que lleva en su frente “un nombre escrito: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”.

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