Defensa de la Fé

Defensa de la Fé
y la sana Doctrina.

martes, 11 de diciembre de 2007

Entonces, ¿qué es el “espíritu de la Navidad” en realidad?: Es una amalgama de millones de demonios que son conjurados en esta época específica del año, y actúan todos a una desde los aires y desde cualquier rincón del planeta con una misma meta, la cual está formada por diferentes objetivos que se complementan entre sí.
En esta época del año, el maligno envía a tierra gran cantidad de sus huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Ef. 6: 12), multitud de legiones de demonios a la tierra, llamándoles el “espíritu de la Navidad”. Veamos algunos de aquellos objetivos comentados:
Entrar en los cuerpos de las personas.
Seducir a las gentes bajo el poder y voluntad de Satanás.
Lograr una mayor interacción con los hombres, especialmente con los niños.
Tratar de eliminar cualquier atisbo de verdadero cristianismo.
Engañar a los niños y adolescentes, redirigiéndoles a las fábulas y la fantasía en vez de a la verdad de Cristo.
Destruir la verdadera fe de los inocentes.
Atraer una falsa unidad entre los hombres.
Exaltar al individuo como un dios.
Estimular al creyente a tener una errónea comprensión de lo espiritual.
Levantar un anhelo para un “mañana mejor”, y con ello la expectación de que se levante un salvador del mundo (el Anticristo)
La meta final es la destrucción de la humanidad, y a poder ser, la del verdadero creyente.
La falsa unidad humanista
En cuanto a traer la falsa unidad entre los hombres, y la auto exaltación del individuo, en este sentido, prestemos atención a un destacado autor de la Nueva Era, el músico y metafísico venezolano Rubén Cendeño, que anima a sus lectores a repetir un rezo todos los días, invocando al “espíritu de la Navidad”:

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